Emilio Carretero, "artista-obrero" de la zarzuela, que es como quiere que le conozcamos, es el polifacético personaje con el que estuvimos disfrutando el pasado día 6 de febrero. Nacido en Fuente de Cantos, provincia de Badajoz, en el mismo lugar que nuestro gran pintor Zurbarán, se trasladó a Madrid a los diecisiete años y empezó a trabajar en papeles muy secundarios en los teatros Español, María Guerrero, Marquina. Un día tuvo la oportunidad de deleitarse con la representación de Bohemios y de Alma de Dios en el teatro de La Zarzuela, aquello fue para él un "amor a primera vista". Se presentó al empresario José de Luna, que le vio con tanta fuerza e ilusión, que tuvo que contratarle. Posteriormente estudió en el conservatorio de Madrid, completando su formación con clases de baile y declamación, hasta que logró ingresar en el coro de lo que luego sería su casa, el teatro de La Zarzuela. Desde entonces son muchas las actividades realizadas, desde grabaciones, actuaciones dentro y fuera de dicho teatro, salidas a otras provincias y a otros países (nos recuerda su actuación en Japón), colaborando en un programa de zarzuela en una conocida emisora de radio, dando conferencias (personalmente asistimos a una sobre "La mujer en el Teatro de La Zarzuela" en el Ateneo de Madrid), hasta llegar a la probable publicación de un libro, escrito tiempo atrás, sobre La Historia del Teatro de La Zarzuela desde 1856 hasta la actualidad. Nos recibe en su casa, trabajando en la revisión de esa gran enciclopedia que puede ser su primer libro, dos grandes tomos escritos a máquina con innumerables fotos. Nos confiesa que va a adquirir un ordenador, que le facilite el trabajo. Su casa es un pequeño museo dedicado a lo que ha sido y es su vida, el teatro musical español. Discos, CD's, libros, grabaciones de vídeo ... pero lo que más impresiona, son sus colecciones de recortes de periódicos con gran cantidad de información y una preciosa y valiosa colección de fotografías de cantantes, tanto del siglo XIX como del XX, que ha ido consiguiendo de las formas mas diversas, alguna de ellas han aparecido recientemente en un libro de Emilio Casares, denominado Historia gráfica de la zarzuela. *** Emilio, ¿Por qué decidiste estudiar y escribir sobre la historia del Teatro de La Zarzuela? *** Por que es y ha sido mi casa, allí he desarrollado gran parte de mi vida. Fue muy duro conseguir la información, desafortunadamente no existía un archivo en el teatro, principalmente debido a que fueron muchos los empresarios que trabajaron allí y ninguno de ellos pensó en crear y luego otros mantener, ese deseado archivo; solo desde que el ministerio se hizo cargo del Teatro, se conserva información. Fuera de esa época, he tenido que hacer un trabajo duro y arduo de investigación en muchos sitios, bibliotecas, archivos, libros y conversando con mucha gente. ¿Cómo ves el panorama actual de la Zarzuela? No lo veo tan diáfano como me gustaría. Es cierto que existe un gran interés en el público, que podría explotarse a nivel económico, pero no existe el mismo interés en los empresarios que tienen que invertir en montajes. En el conservatorio y en las escuelas de canto no se enseña la zarzuela como debería realizarse; no existe ese "orgullo" que deberíamos tener de ella, incluso algunos se avergüenzan, aunque siempre lo niegan. La zarzuela es un "teatro de museo" y como tal hay que ponerlo en escena y cuidarlo. ¿Qué se podría hacer para una mayor difusión de la zarzuela? Muchas cosas, pero principalmente las siguientes: hacer montajes compartidos entre diversos teatros de toda España, con ello se podría amortizar adecuadamente las costosas inversiones. Por otro lado, que las cadenas de televisión se interesaran por ella, se darían cuenta que detrás hay negocio; sería también un medio de dar trabajo a muchos actores y el medio de difusión propagandístico por excelencia. Además, las ayudas estatales, no tantas como se piensan, son necesarias para realizar grandes y dignos montajes. Por último, un mayor acercamiento a los jóvenes con talleres de zarzuela, donde se enseñe a cantar, a bailar, a declamar, a actuar, a mover el abanico, a mover un mantón de Manila etc. - como puedes ver, se requieren conocimientos en muchos campos para ser un buen actor de zarzuela. ¿Qué podría hacerse en otros países? Creo que lo primero sería lograr que Europa "descubriera" la zarzuela, en esa línea va el montaje que tu amigo Christopher Webber realizó en Londres; cuando esto se logre, habremos dado un paso de gigante para luego saltar a otros continentes. Pero es desde aquí, desde donde debemos apoyar a otros, dando nosotros mismos la importancia que requiere. ¿Llegaste a conocer a algún compositor de zarzuela? Sí, a Pablo Sorozábal, a Jesús Romo y a Moreno Buendía, que podía haber sido el gran continuador de los grandes maestros y que sigue trabajando en estos temas; él tiene en su haber alguno de los últimos estrenos de obras líricas, recuerda Fuenteovejuna y Los vagabundos. ¿Qué personajes te han impresionado mas a lo largo de tus investigaciones? Rosendo Dalmau, que con Eduardo Bergés fueron los grandes tenores de nuestra zarzuela grande. Bergés, que debutó en Cuba, al final de su carrera tuvo que vender todas sus pertenencias para subsistir, excepto una corona de laurel que le había regalado el gran Julián Gayarre. Por su parte Dalmau, terminó como representante la compañía que había formado el maestro Fernández Caballero. También me impresionó enormemente Lucrecia Arana, grandísima soprano que compartió parte de su vida con el gran escultor Mariano Benlliure. La estatua que de él se conserva en Zaragoza sobre Agustina de Aragón, esta inspirada en la figura de Lucrecia. ¿Cómo crees que aceptan los jóvenes la zarzuela? Los jóvenes aceptan y les gusta todo lo que sea bueno y está bien realizado; por ello, es evidente que solo existe un problema, representar obras buenas y bien montadas. Las representaciones que se montan en el Teatro de la Zarzuela para niños, suelen ser un éxito. ¿Qué podrías hacer, que no hayas hecho, en favor de la zarzuela? Publicar definitivamente mi libro; aunque no llegara a ser muy rentable a nivel económico, no habría perdido el tiempo, pues durante muchos años me he enriquecido con la búsqueda, análisis y el trabajo de investigación realizado. *** Emilio es un "libro abierto". Intercambiamos anécdotas diversas, hablamos del gran actor que fue Antonio Palacios, exilado en Cuba; comentamos datos sobre Tellería y su obra El joven piloto (Emilio acude a un libro repleto de notas manuscritas en las que después de buscar, encuentra la fecha de su representación en el Teatro de La Zarzuela, fue del 18 de 25 de Enero de 1968). Me dedica su foto y así pasamos una inolvidable tarde. ¡Cuánto entusiasmo por la zarzuela, cuantos enamorados de la misma existen! © Pedro Gómez
Manzanares 2001 |