Calipso (Merida 2006) © Festival de Teatro Clasico de Merida

Libro • Eusebio Blasco / adaptación de Pedro Víllora
Calipso [El joven Telémaco]
Música • José Rogel


Teatro Romano de Mérida
( LII Festival de Teatro Clásico, 9 de Julio de 2006)


Ignacio Jassa Haro


Me gustan todas… o la apoteosis del género bufo

El Festival de Teatro Clásico de Mérida, decano de los festivales veraniegos españoles, presenta en el marco del bellísimo teatro romano de la capital extremeña un espectáculo músico-teatral de singular relevancia: bajo el título de Calipso [Venturas y desventuras de una diosa], se esconde una adaptación moderna de El joven Telémaco a cargo de Pedro Víllora –autor teatral y profesor de dramaturgia–, quien ha optado por ese cambio de nombre no sólo para denotar que el libreto se presenta en una nueva versión sino para poner también el acento en el lado femenino de la historia. Sin embargo, y a la vista de los cambios introducidos en el texto original, bien podemos decir que esta redenominación es innecesaria ya que lo alterado no sólo no traiciona el espíritu y la letra de la zarzuela original, sino que ayuda a que hoy pueda ser recibida de forma parecida a como la acogió el público madrileño de hace justo 140 años.

Teatro Romano de Merida
Teatro Romano de Mérida

El joven Telémaco es una obra de trascendencia en la historia del teatro lírico español por cuanto supone el comienzo de un peculiar subgénero dentro de éste, la denominada zarzuela bufa. De esta variedad zarzuelística, que se desarrolló a lo largo de casi tres lustros, apenas hoy se recuerda o representa nada: tan sólo los célebres Sobrinos del capitán Grant, que en realidad son un epílogo de la misma, y la zarzuela de Arrieta El conjuro (recientemente representada con gran éxito por Ópera Cómica de Madrid). Estas obras responden a tipologías muy diferentes entre sí y en relación a la obra que aquí nos trae y muestran cómo la apasionante aventura bufa tuvo mayor originalidad creativa de lo que los críticos contemporáneos quisieron reconocerle.

Es cierto que El joven Telémaco parte de la offenbaquiada, negarlo sería absurdo; pero al elemento bufo parisién se le unen rasgos inequívocos de la idiosincrasia teatral y musical española que hacen de este pasaje mitológico-lírico burlesco una obra completamente diferente a La belle Hélène. Un texto que parodia la Odisea homérica (siguiendo muy de cerca Les aventures de Télémaque de Fenelon) sazonándola con ingeniosos chistes y sabrosas alusiones de actualidad, sirve de hilo conductor en el que se engarzan una serie de números musicales de extraordinaria elegancia donde se siente la inevitable sombra de la música de salón, tan en boga a mediados del siglo XIX en toda Europa, y a los que se añade un número “bomba” bien distinto en estilo al resto de la partitura, la archiconocida habanera “Me gustan todas…”, quién sabe si en realidad cosecha de Francisco Arderius, el promotor de esta experiencia artística, auténtico responsable de la implantación de la zarzuela bufa y hombre dotado de un enorme instinto teatral.

El montaje de este espectáculo parte de una idea básica: la naturaleza esencialmente teatral de la obra. Con una sencillísima escenografía a base de unas olas de madera que se desplazan a lo largo del escenario (responsabilidad de Felype Rodríguez de Lima) y una imaginativa iluminación (a cargo de Juan Gómez Cornejo), ambas, condiciones indispensables para desarrollar adecuadamente un espectáculo en un teatro de estas características (con poca profundidad, enorme anchura y sin caja escénica), Ángel Roger consigue dibujar una comedia-revista de enorme atractivo visual y gran coherencia dramática, dando rienda suelta al loco espíritu del texto de Blasco pero midiendo con precisión todas sus fuerzas para que ninguna se desmarque. Ayudan también al éxito global de esta puesta en escena las elegantes coreografías desarrolladas por Marta Gómez (destacando la del comienzo de la obra y el número de las suripantas) y el originalísimo, inspirado y divertido vestuario diseñado por Helena Kriúkova.

Calipso (Merida 2006) © Festival de Teatro Clasico de Merida

La diosa-ninfa Calipso (la genial Soledad Mallol, de Las Virtudes) ha quedado en su isla como una auténtica hembra en celo tras ser abandonada por su amante, el héroe Ulises (un eficaz Carlos Manuel Díaz). Pero cuando arriba a la misma el hijo de éste, el joven Telémaco (el potente, en todos los sentidos, barítono Marco Moncloa), celebra con auténtico delirio la que ve como perfecta solución a su hambre de venganza y a su apetito carnal. Sin embargo la también desatada ninfa Eucaris (la no menos carismática, Elena Martín, de Las Virtudes) no está dispuesta a que su señora le quite tan apuesto macho helénico y consigue que Telémaco le jure amor eterno. A todo esto, Mentor, consejero y compañero de fatigas de nuestro joven héroe (el gran Francisco Valladares, siempre comedido y sabiamente ambiguo), está al quite para evitar que esa guerra de arpías haga daño a su amado pupilo. La acción de la historia lleva a nuestros protagonistas a huir de la isla durmiendo a su adversaria mientras le leen las noticias que publica la prensa del momento (¡actual!) y nos traslada a otra isla en la que habita Venus (la algo sobreactuada soprano Susana Casas por otro lado brillante en sus graciosas seguidillas), para que su hijo Cupido (el hilarante Tonino) resuelva con eficacia el conflicto amoroso.

La música de Rogel es sabiamente llevada a escena por una implicadísima Montserrat Font Marco al frente de unos motivados solistas, orquesta y coro. La directora musical también se ha encargado de nadar entre la producción musical del compositor de Orihuela para extraer de ella dos bellos dúos procedentes de sendas zarzuelas bufas (La isla de los portentos, de 1868 y Un casamiento republicano, de 1869); asimismo ha enriquecido el número final con música de un tercer título de Rogel (Las tres Marías, de 1869). Totalmente afines en espíritu y en forma a la partitura de El joven Telémaco, estos números a los que apenas ha habido que tocar el texto, han sido añadidos al montaje con el objeto de asimilarlo en duración a los usos teatrales actuales. ¡Que habrá pensado Arderius desde el Olimpo de los Bufos Madrileños cuando haya visto que por las calles de la Mérida de 2006 la gente salía tarareando el “Me gustan todas” cual si estuviera en el Madrid de 1866!

© Ignacio Jassa Haro 2006


Calipso [Venturas y desventuras de una diosa]
Pasaje mitológico-burlesco en dos actos, de Pedro Víllora, basado en El joven Telémaco de Eusebio Blasco con música de José Rogel

Reparto: Tonino - Dios Amor; Elena Martín (Las Virtudes) - Eucaris; Soledad Mallol (Las Virtudes) - Calipso; Emilio Cerdá - El ninfo Niseo; Isabel Rodes - La ninfa Leucotoe; Eduardo Cárcamo - Ninfa; Francisco Valladares - Mentor; Marco Moncloa - Telémaco; Susana Casas - Venus; Carlos Manuel Díaz - Ulises; Orquesta y coro titulares de la compañía; Coreógrafa y ayudante de dirección - Marta Gómez; Escenógrafo - Felype Rodríguez de Lima; Figurinista - Helena Kriúkova; Iluminación - Juan Gómez Cornejo ( a.a.i); Dirección de escena - Ángel Roger; Dirección musical y arreglos musicales - Montserrat Font Marco

Coproducción del Festival de Teatro Clásico de Mérida y la Compañía Lírica Dolores Marco (2006)

Calipso (Merida 2006) © Festival de Teatro Clasico de Merida


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