“El aristócrata” de la zarzuela


Entrevista a

Luis Álvarez



Pedro Gómez Manzanares

Luis Álvarez, Teatro Real Gala

9 de abril, día lluvioso de una primavera madrileña. La desapacible tarde empuja a los transeúntes a completar las pocas mesas que quedan libres en nuestro habitual refugio. La densa lluvia impide ver, a través del enorme cristal que nos aísla del bullicio de la calle, lo que pasa en el exterior. La gente entra y busca ansiosa un lugar donde acomodarse y poder charlar con sus acompañantes arrastrando el ruido del exterior hasta nuestro entorno. Después de la lectura de la próxima obra que representará en el Teatro de La Zarzuela, conversamos en nuestro viejo, no muy cuidado pero entrañable Café Comercial con Luis Álvarez.

Una tónica y una menta-poleo, que amablemente nos sirve Antonio, nos acompañarán las próximas dos horas. La espalda de Luis está vigilada por un enorme espejo que deja ver los movimientos de la gente que entra al recinto y que intenta distraerme, sin conseguirlo. Filólogo hispanista, estudios que acompaña con una gran formación musical, escritor, cantante, actor… con grabaciones de Juan del Encina, Villancicos, Tonadillas, Missa Solemnis, zarzuela, etc.… con un repertorio que cubre Bach, Debussy, Mozart, de Falla, Haydn, Schubert, Beethoven, Brahms, Mozart, Rossini… y nuestros grandes compositores hispanos.

Luis Álvarez, “El aristócrata” de la zarzuela.


Luis Álvarez - El rey que rabío, Teatro de la Zarzuela (© Jesus Alcantara, Teatro de la Zarzuela)Luis, cómo te consideras en estos momentos: ¿cantante-actor? ¿actor-cantante? ¿actor? ¿cantante?

Ambos aspectos son igual de destacables, diríamos que al cincuenta por cierto cada uno. Las dos facetas son necesarias para representar una zarzuela. Si hablamos de actores y de cantantes y los comparamos, considero que hoy por hoy es más fácil hacer actuar a un buen cantante que hacer cantar a un buen actor. Es muy importante que un actor tenga la necesaria formación musical.

Actualmente, en España, se nota un gran avance en las partes declamadas, cada vez se actúa mejor. La formación en ese aspecto es mucho mayor y además los actuales directores escénicos están aportando mucho en ese sentido. Una zarzuela es una suma de la parte cantada y la declamada, pero si la parte musical sale bien, el resto tiene gran probabilidad de salir bien.

¿Quiénes fueron tus maestros?

Vengo de una familia de juristas, pero yo estudié filología hispánica, aunque lo que me gustaba era la música. Estudié en la Escuela Superior de Canto de Madrid, después de entrar en el Coro Nacional. Allí estudié técnica vocal con Teresa Tourné con la que aprendí mucho. Repertorio con Valentín Elcoro, con el que disfrutaba leyendo partituras, y con el gran pianista Miguel Zanetti. Por último, la parte escénica la estudié con Jose Luis Alonso.

Tus libros: Música y sociedad, Principios de la flauta travesera

Es curioso, pero después de tantos años se sigue publicando Música y sociedad, un texto que escribimos para tutoría de los estudios de bachillerato a distancia.

Respecto a Principios de la flauta travesera se trata de una traducción del original francés de 1720 hecha en colaboración con otro compañero flautista. Hace poco ví en Internet que alguien citaba algunos párrafos de dicha traducción en una página especializada y contacté con él para rogarle que indicara el nombre de los autores, cosa que hizo muy amablemente.

También trabajé en varias refundiciones de textos para Ópera Cómica de Madrid y publiqué algunos artículos en la revista de La Fundación de la Zarzuela en la etapa en que estuve en su dirección.

¿Cómo influye tu amplia formación musical, tus grabaciones y tu gran repertorio, que indicamos al principio en tus actuaciones y grabaciones de zarzuelas?

 Pienso que el mundo de la zarzuela debe abrirse, debe experimentar musical y teatralmente. Todo lo que sea trabajar otros estilos, otros tipos de música…es enriquecedor. Esto ayuda a representar obras de otra forma, con otra perspectiva, eliminando esa horrorosa obligación de representar de una determinada forma porque así se hizo en el estreno.

Realmente yo he llegado no hace mucho tiempo al mundo de la zarzuela, antes había estado en otro mundo musical. Un mundo musical al que me introdujo mi hermano, con música que reproducía en su tocadiscos y con los discos de aquella excelente colección de Reader's Digest.

Luis Álvarez - La boda de Luis Alonso (Teatro de la Zarzuela, © Jesus Alcantara)¿Qué le falta a la zarzuela?

Mejoraría con una dosis adicional de profesionalidad. Me refiero a hechos tales como más ensayos, los necesarios para que todo esté preparado, mejores conocimientos de lo que se hace, etc. Se echa a veces de menos lo que podríamos denominar como un “Corpus profesional” más amplio y debidamente formado que ayude a proporcionar o a encontrar el músico, el actor, el corista o cantante necesario para cualquier montaje.

También un compromiso con lo que se hace, ir “un poco más allá”, no conformarse con hacer las cosas como se han hecho siempre. La gente que vio zarzuela hace años, incluso los que llegaron a ver algún estreno, está desapareciendo y con ellos, también, esas referencias que conservan en sus mentes. La recuperación decidida de nuestro repertorio histórico es algo que también necesita nuestra zarzuela.

¿Cómo imaginas la zarzuela en el año 2012?

Lo primero que me imagino es que se verá mucha zarzuela fuera de España. Ahora ya se tiene material decente para poder cederlo, pero hace unos años era una pena. Creo que si esto no ocurriera podríamos dilapidar un “tesoro” como son nuestras innumerables zarzuelas.

Los nuevos directores están aportando nuevas ideas. Por ejemplo, gracias a José Luis Alonso vimos un Dúo de La africana diferente. Con ese plus de profesionalidad, que comentamos antes, se pueden hacer grandes cosas. Con nuevas ideas, veremos grandes montajes. Pero recordemos que es clave que “funcionen” musicalmente. Tenemos una nueva y joven generación de directores de orquesta que tienen un gran futuro y que están teniendo algunas oportunidades en el Teatro de la Zarzuela.

¿Qué es para ti el libreto?

Una parte clave de la zarzuela, indispensable e indisolublemente unida a la música. ¿Qué sería de las coplas del Wamba sin el texto? ¿Qué sería de las de Don Hilarión sin la música?

Con frecuencia escuchamos la opinión de que los libretos de zarzuela son muy flojos, que no están a la altura de la música, etc. Yo creo que es un tópico sin fundamento, similar a aquel otro que nos ha hecho pensar durante mucho tiempo que la pintura española del siglo XIX carecía de auténtico valor. Una lectura detenida y gustosa de muchos de esos textos nos hace ver la maestría con la que están construidos y, en el caso del género chico, su absoluta originalidad en el panorama teatral europeo contemporáneo.

El texto de una obra fue escrito para una realidad del momento y hay que acercarse al mismo con respeto y humildad, como ha de hacerse con la música.

Coméntanos algo de La Fundación de la Zarzuela.

Estuve trabajando en ella en sus comienzos y fue una experiencia muy interesante. Creo que debería tener mucha más proyección. Podrían hacerse muchas cosas y no muy costosas que permitirían que nuestro teatro lírico y la propia Fundación tuvieran más presencia en diversos ámbitos.

Luis Álvarez - Mis dos mujeres (Ópera cómica de Madrid)Hablemos de ese gran grupo denominado “Ópera Cómica…”.

Pues… fue “mi padrino”. Con él representé al principio, creo que en 1987, Viva la ópera, una adaptación en castellano de Le convenienze ed incovenienze teatrali de Donizetti. En aquellos momentos el grupo no estaba ligado exclusivamente a la zarzuela. Ópera Cómica, con sus montajes y conciertos, ha ampliado considerablemente el repertorio para un numerosísimo público: Robinson o Mis dos mujeres de Barbieri, Las labradoras de Murcia de Rodríguez de Hita, Las foncarraleras de Galván, El conjuro de Arrieta, Buenas noches, señor Don Simón de Oudrid, son unos pocos ejemplos del interés de Ópera Cómica de Madrid en la recuperación de títulos.

Hoy desearía para ella un desarrollo mayor, una expansión acorde con la ambición y seriedad de sus proyectos. Producciones costosas, que llevan mucho esfuerzo, tiempo y dinero, se agotan en unas pocas representaciones. Echo en falta una mayor dosis de osadía en los programadores de los teatros de nuestro país, fruto muchas veces de la rigidez burocrática. Supongo que esta misma rigidez es la causante de que los montajes del primer teatro de zarzuela del mundo, el de La Zarzuela de Madrid, no se puedan ver hasta la fecha en grabaciones comerciales .

Luis Álvarez - Teatro Real gala

¿Dónde está el límite entre el actor con estilo, con clase, con dominio de la escena y el actor “chabacano”, “vulgar”?

El actor siempre debe pensar en lo que le rodea en la escena. Tan importante o más que lo que él haga, es su capacidad de empatía con los demás. Hassane Kouyaté, actor y colaborador asiduo de Peter Brook, en un taller al que tuve el privilegio de asistir, solía repetir: “No digas: voy a hacer esto. Pregúntate: ¿puedo hacer esto?”


Respeto hacia todo lo que le rodea, rebosante de cultura musical, influido por la música de los clásicos y por la música francesa del XVIII, amante del arte, de la naturaleza… Vive lo que cuenta, habla y sueña, transmite ilusiones, cuida no herir. Es nuestro “Aristócrata” de la zarzuela.

Pedro Gómez Manzanares
(Villaviciosa de Odón, 18 de Abril 2008)


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